La frustración profesional nacional

Hace años, si me hubieran ofrecido la cantidad de "actos" que me están ofreciendo ahora, los hubiera aceptado sin ninguna duda. Jurado de concursos, conferencias y una buena cantidad de actos públicos relacionados con mi profesión, aparecen ahora llamando a mi puerta como por arte de magia. Y no se dan cuenta de que yo, a estas alturas, ya estoy curado de espanto.

No cabe ninguna duda que todo este tipo de cosas pasan a engrosar la necesaria autoestima, bastante paupérrima tras unos cuantos años de ejercicio profesional en este "mar de lagrimas" español. Antes era una gran ayuda moral para seguir en la brecha pero ahora en mi caso, creo que ya me sobran.

Y la razón no es otra que, también en esto, la Red ha obrado milagros. Desde que montamos arquitecturaenimagen y pude expresar mi profesión desde dentro y sin ningún tipo de intermediación, esa frustración que se va creando a lo largo de los años, ha desaparecido casi completamente. No puedo negar que aquí hago y digo lo que quiero sin ningún tipo de cortapisas; aquí, si acaso, se me podrá juzgar por mi trabajo, pero en ningún caso como ocurría antes, por el que realizan los intermediarios con el mío. Aquí soy autosuficiente y no dependo en la práctica de casi nadie.

Y yo, que ahora no voy buscando la complacencia de la profesión, este tipo de actos sociales, se me quedan ya como antiguos y sin demasiado sentido. La Red ha entrado a rellenar la frustración que produce España, profesionalmente y a través de los muchos años de trabajo, por la costumbre muy nacional de aprovecharse del esfuerzo ajeno.

El problema añadido que ahora he descubierto, es que se sienten molestos y ofendidos si contestas con un rotundo rechazo; no están acostumbrados. Y es que, eso es jodido para la inmensa mayoría de los que parece siguen atrapados en esa estúpida maraña...