¿Envidia en Facebook?

No suelo seguir a ningún fotógrafo y mucho menos si además es de arquitectura...

La razón no es otra que el que me gusta la independencia absoluta y no tener influencias (al menos conscientes) de ninguno de ellos. Siempre me ha gustado avanzar en "mi fotografía" como un ser aislado del mundo al que se supone pertenezco; más relacionado conmigo mismo, que con lo que este campo acostumbra...

Hoy, de forma absolutamente casual, he caído en Facebook en la página de uno de mis compañeros famosos y, posiblemente por la distancia que nos separa, he quedado sorprendido: técnicamente antediluviano, estética y conceptualmente penoso y sin ningún interés. 

Viviendas en Madrid. Ramón Andrada. Arquitecto

He tenido hasta cargo de conciencia por pensar estas cosas y me he planteado si no será envidia (la clásica envidia nacional) que, por alguna razón, ha aflorado en mi propia piel; lo que tanto he criticado de este país ¿me estará sucediendo ahora a mi?.

He ido analizando, lo más racionalmente posible, este sentimiento y las causas que me lo han provocado y, ahora racionalmente, también he llegado a la misma conclusión: técnicamente muy atrasado, conceptualmente muy deficiente, estéticamente, incluso, insulso; tan sumamente insulso que no entiendo como en cada imagen tiene mas de 100 "me gusta". O la gente tiene el gusto deforme (y no me refiero solo al gusto estético, sino que incluso conceptual arquitectónico), o solo lo catalogan por su nombre y esto es el mundo al revés...

Y automáticamente me he acordado de uno de los reportajes que realicé sobre una obra de Fco. Javier Sáenz de Oiza. Al presentarlo en su estudio, por si tenían interés en adquirir alguna imagen, se disculparon muy amablemente rechazándolo y asegurando que tenían un trabajo maravilloso realizado por unos especialistas franceses de una conocida publicación internacional (no dijeron nombre) y que ante semejante calidad, no podían adquirir otra cosa; era justo lo que estaban buscando.

Nos quedamos tan sorprendidos, que mi mujer, Estella, preguntó de qué publicación se trataba. Más sorpendidos nos quedamos cuando nombraron la publicación que nos había encargado el reportaje y que acababa de salir publicado. 

Nosotros somos españoles y por ello, ni se dignaron en comprobar que era el mismo trabajo y, que , además estaba claramente firmado por mi persona; el nuestro, siendo el mismo, era mucho peor que el de los "especialistas franceses internacionales"...

Naturalmente este recuerdo, de nuevo me puso los pies en la tierra: puede estar atrasado técnicamente, fomentar una estética penosa, arquitectónica y conceptualmente ser absurdo, ya que  son otras las razones por las que la gente se hace famosa en su profesión; son otras las razones por las que aquí también se entrega tanto "me gusta", a tanto bodrio de figurante de supuesto experto en fotografía de arquitectura.

Ahora, con esto,  ya tendré algún enemigo más...